Jeje, este poema en realidad es como de hace dos semanas. De verdad, no sé cómo le he hecho para escribir poemas. Me creía incapaz.
Noche
Es el piyama del cielo.
Es tan oscuro,
siempre negro.
Ahí podría perderme,
en la infinita oscuridad.
Por fortuna, no lo hago.
Hoy hay un disco de plata.
En la siguiente semana.
habrá un gajo de melón.
Después se esfuma.
Aparece un gaj más,
y volvemos a empezar.
También salpica,
Son pequeñas gotitas.
Les dicen estrellas.
Ahí va Marilyn,
y por allá Lennon.
Titilan y brillan.
Por eso no me pierdo.
La Luna y las estrellas,
ellas me guían,
como a Sinbad y Ulises.
Hay un nuevo mapa:
el terrible GPS.
miércoles, 10 de marzo de 2010
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